He aprendido a convertir toda situación difícil en un arma para triunfar, me gusta la independencia, el soñar, el esfuerzo, el innovar, el explorar y ser el precursor de mi propio futuro; no gusto de la comodidad, de la mediocridad ya que para mí es una inferioridad en acción ni tampoco de la inercia personal. Amo a Dios por sobre todas las cosas. Vivo con optimismo con fe y confianza, pese a las adversidades y circunstancias por las que esté pasando, porque sé que el Señor es el único que me sustenta y edifica mi ser.
Siempre he creído que para vivir con más amplitud tenemos que pensar en grande, sustituir el “Yo” por el “Nosotros” y el “A Mí” por el “A Nosotros”; ya que vivimos en una época que exige, más que nunca reconciliación, unidad y esfuerzos armonizado.